La vida en las ciudades aleja a niños y mayores de la naturaleza y de esos pequeños o grandes milagros que tienen lugar en ella.
Si tienes hijos, es muy probable que estos no hayan tenido la oportunidad de vivir momentos cargados de magia, de los que sí disfrutan los niños que habitan en zonas rurales. Seguramente, no habrán sido testigos del nacimiento de animales.
Gracias a la incubación de huevos, puedes hacerles partícipes de este instante en casa o en las aulas de su colegio.
Experiencias de éxito en las aulas
Algunos centros escolares han llevado a cabo experiencias de este tipo y no sin éxito. Basta con disponer de algún modelo de las incubadoras existentes y los huevos de esa especie en concreto por la que te decantes. Los huevos fecundados de aves de corral, como las gallinas, serán suficiente. Puedes elegir uno o varios para dar iniciar el experimento.
Con estos dos elementos como punto de partida, es el momento de informar a los más pequeños de la casa de cómo se crea la vida y el modo en que las aves se reproducen. Arranca de este modo una actividad que resultará muy gratificante para ellos y por supuesto, también para ti.
Puede que al principio les parezca algo irreal que ese huevo, similar a los que tantas veces han visto en sus hogares, pueda dar vida. Es importante que contribuyas a que los menores se impliquen en el desarrollo de esta iniciativa en cada paso, para sentirse parte activa de ella de principio a fin. Para ello, puedes establecer varias tareas.
Una buena idea es realizar un calendario en el que se contemple el día a día de la evolución del huevo y el pollito que se va formando en su interior durante exactamente 21 días. Los niños tendrán ocasión, asimismo, de examinar el estado de la cáscara y su transparencia.
Hasta que rompan el cascarón
Otra propuesta puede ser que les animes a prepararse para el momento en que se rompa el cascarón y nazca el pollito. Podrán prepararle un lugar para sus primeras horas de vida. Por ejemplo, una caja con paja y alimento. Verlos nacer se convertirá en una sorpresa tan especial como memorable, más aún si tienes en cuenta que ellos han cuidado durante tres semanas de los huevos.
Este será un experimento muy interesante para que los niños descubran la crianza de animales de primera mano. En el CEIP Escultor González Moreno de Aljucer de Murcia, el CEIP Nuestra Señora del Villar de Laguna de Duero y el Colegio de Jesuitas de Burgos ya han hecho la prueba, y esta no ha podido salir mejor.
La incubación de huevos permitirá a los escolares descubrir cómo nacen diferentes especies. ¡Compruébalo por ti mismo!